| <>Los Aurinegros no olvidan la última postal que tienen del rojo. |
Caracas regresa a Pueblo Nuevo, el escenario que le vio celebrar por todo lo alto su undécimo campeonato absoluto, la primera estrella con Ceferino Bencomo como entrenador. Tras haber vencido en el estadio Olímpico de la UCV (1-0), los Rojos del Ávila aplastaron a su adversario en San Cristóbal (1-4) para quedarse con los honores, hecho que vuelve a la memoria, inevitablemente, a la espera del compromiso de esta tarde.
Repleto en principio, como es costumbre en las grandes citas, el templo sagrado de los aurinegros se quedaba vacío. El público, golpeado por la aplastante derrota de los suyos, abandonó el lugar en silencio antes del término del encuentro.
"Eso ya queda en el pasado", apuntó Bencomo. "Ganamos, pero hasta ahí. Este es otro partido y nosotros no estamos pensando en el pasado, sino en el presente y en el futuro".
Tal como dice el técnico de los de la Cota 905, las realidades de ambos conjuntos son muy distintas ahora.
Aquel revés cerró el ciclo de Carlos Maldonado en el banquillo del Táchira, sustituido por el colombiano Jorge Luis Pinto, quien logró llevar al club al título del pasado Apertura y nquien busca nuevamente el titulo para ahorrarse el tramite de la final.
El Caracas, por otro lado, profundiza su proceso de renovación. Ninguno de los autores de los goles en ese éxito, Gabriel Cichero, Jesús "La Pulga" Gómez, Alejandro Guerra y Rafael Castellín, se mantiene en el plantel actual.
La afición tachirense ha respondido lentamente al llamado a plenar Pueblo NuevoSin el fervor de otros clásicos, la afición fue respondiendo de a poco al llamado del equipo para plenar Pueblo Nuevo. Pese a que Julio Gutiérrez afirmó que la gente “está esperando este partido durante todo el año”, fuentes ligadas a la gerencia indicaron que la venta de boletos ha estado lenta. El clásico también será el primer duelo en Pueblo Nuevo desde que la FVF apretara la tuerca con el tema de los trapos, por lo que se espera una respuesta de parte de la afición tachirense, que preparó algún mensaje contra Rafael Esquivel y su gestión. Desde la capital, un grupo de entre 500 y mil fanáticos esperaban viajar al partido, bajo la promesa de Táchira de resguardar su seguridad
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